La balsa y la torre: otra perspectiva
1 - Situación,
entorno y generalidades
Este término municipal está
ubicado en los límites entre las provincias de Teruel y Zaragoza. Para llegar
actualmente basta tomar la autovía A-23 y salir por cualquiera de los cuatro
enlaces: Villadoz, Romanos, Lechón o Ferreruela de Huerva. La más próxima y más
cómoda es esta última, aunque es la de más kilómetros si se viene de Zaragoza.
Si la valoración la efectuamos en tiempo, es el mismo aproximado por cualquiera
de ellas.
Con el título de "La desconocida sierra de Cucalón", José
Antonio Domínguez decía que "La sierra de Cucalón es como una
isla húmeda entre la estepa y el páramo áridos. Ello le hace conservar una
muestra de los bosques que en épocas lejanas cubrían la península ibérica. La
situación del bosque autóctono de la sierra de Cucalón no puede ser
hoy más lamentable" (Heraldo de
Aragón, 1º de octubre de 1989).
En la misma página, y en otro artículo titulado "Un valioso enclave botánico amenazado por la erosión", Chabier de Jaime refería "uno de los más desconocidos rincones de Aragón es la sierra de Cucalón. Enclavada entre el Jiloca, los campos de Cariñena-Belchite y la cuenca minera, origen de los ríos Huerva y Aguas, presenta unas comunidades vegetales de excepcional interés botánico".
Un excelente artículo del profesor Alberto Cañada Juste, aparecido en Xiloca - Revista del Centro de Estudios del Jiloca (núm. 21, pág. 35 a 39, 1998), se ajusta totalmente al propósito que pretendo.
Titulado "La primera mención histórica de Barrachina (1132)", empieza así:
"Es de suponer que todas aquellas personas que están
vinculadas a las localidades de la comarca del Jiloca, se habrán preguntado
alguna vez desde cuando existe su pueblo o, cuando menos, en qué fecha se le
empieza a citar a lo largo de la Historia".
Y efectivamente, muchos nos lo hemos preguntado en multitud de
ocasiones. Desde que tengo uso de razón, recuerdo que los
"intelectuales" del pueblo, los que ostentaban la sabiduría
(maestros, curas, médicos, estudiantes, etc.), especulaban sobre estos temas,
haciendo mención a libros que habían leído e historias que conocían por otras
personas mayores, sin llegar nunca a conclusiones concretas. Siempre tratando
de encontrar un hecho, que supusiese un punto de fama o esplendor en la
Historia del pueblo, aunque sólo fuera para poder alardear ante nuestros
vecinos. Como máximo descubrían un fray que había estudiado
Teología en Roma. Esto era la cúspide del florecimiento del pueblo.
La realidad, mal que nos pese, es que estos pueblos no están en la Historia. Solamente tienen historias locales, de muy poca trascendencia para los forasteros.
Antes de continuar con nuestra pequeña historia y ya que menciono a
los fray, sí que hubo uno y no dos. Alfonso Zapater Gil, autor
poco riguroso en sus investigaciones, en su obra Aragón pueblo a
pueblo, Tomo IV, refiriéndose a Cucalón, cita como hijos ilustres, a Fray
Bartolomé Molinos, agustino, que alcanzó la dignidad de prior, escritor de bien
cortada pluma y a fray Bartolomé San Pedro, agustino también, teólogo,
astrólogo y escritor.
Supongo que estos datos los ha obtenido de dos entradas que hace
Latassa, sobre la misma persona. Más adelante hacemos mención de estos datos.
Para esta comarca, la Historia siempre parte del año 1205, anotado
en un documento que comentaremos más adelante, para la Distribución de
Colaciones Eclesiásticas entre las Iglesias de Daroca, hecha por el obispo
de Zaragoza don Raimundo de Castrocol.
Cuando dice, en la parte que nos afecta,
"...concedo Ecclesiam de Cucalon...",
…
es lo que puede considerarse, como primera mención de nuestro
pueblo en un documento que lo acredite, junto al del resto de localidades de la
Comunidad de Daroca. Es posible que en algún otro testimonio aparezca este
nombre, pero no será por asunto de gran trascendencia.
Otra pregunta que surge es de dónde procede el nombre o cuál es su
significado, y de ella tampoco tenemos respuesta. En el caso de Cucalón ni se
sabe, pero jugando con la etimología, muchas veces engañosa, he oído
especulaciones haciendo juegos malabares con el nombre, entre el árabe y el
latín, para llegar a la conclusión de que significa que se divisa desde lejos.
Según la Enciclopedia Geográfica en su descripción sobre Cucalón, dice que el
nombre es un topónimo árabe que significa “mirar a lo lejos”, pero desconozco
en qué se fundamenta este argumento. Incluso profesores de árabe consultados ignoran
esta voz ni alguna otra parecida.
La toponimia de la zona sólo la encontramos en la denominación
de Campo de Romanos, como tal, y el resto de nombres, o algunos,
parecen propios de la época en que se hizo la repoblación de cada lugar. Por
esto, para algunos nombres de estos lugares –Font Buena, Font Fria, Vista
Bella, Villa Hermosa, Villa Real, Villa Nueva, Villa-Dolçe (Villadoz)- los
gobernantes de aquella época trataron de hacerlos atractivos para los
repobladores, teniendo en cuenta que éstos últimos no serían muy abundantes
dada la pobreza del territorio que tenían que ocupar.
Con respecto a nuestro pueblo, lo encontramos ya con su nombre
actual en otros documentos al que denominan Cacalon (Rationes Decimarum
Hispaniae de 1280), Cuqualon (libro
de "receptas de sisas" de 1489
y en el Fogaje de 1495), e incluso como Cocalon (Ordinaciones Reales de
1676). Otro tanto podríamos decir del pueblo desaparecido y que fue agregado
a Cucalón denominado Puerto de Oriche, Puerto Eliche, El Puerto y Portus Orrich, según
el documento de que se trate.
Y en este nuestro pueblo, pocos vestigios antiguos de interés
encontramos en la actualidad. No obstante, vamos a citar los siguientes:
- Caserío urbano de escaso interés.
- Tumbas en Los Palomares y La Manga, consideradas por algunos investigadores como tardo-romanas, asentadas sobre cantera o tierra firme y paredes con losas planas naturales, no labradas.
- Un hacha pulimentada del neolítico en un yacimiento de la Edad del bronce en la Peña del Castillo.
- Puente sobre el río Huerva, que unos lo precisan como romano y otros medieval o ambos a la vez.
- Restos de peirones de piedra.
- El Batán, cuya pared que aún se conserva está construida con piedras de sillería.
- Iglesia fortaleza del XV o XVI, consagrada a Santiago, con torre almenada, también conocida como la Atalaya.
- Ermita de Santa Ana del siglo XVII.
- Dos molinos de cereales, uno de ellos ya derruido.
- Al trozo de camino que va desde la plaza hasta la ermita de Santa Ana, le llamaban el "empedreao" (¿quizá parte de una vía?) y se destruyó en la década de los 30, cuando se construyó la carretera actual.
- En el camino de Villahermosa y al pie del mismo en el lado izquierdo, existía una boquera que la llamaban la nevera. El nombre en sí, ya expresa lo que fue. Yo, ya no la recuerdo.
Estas son las generalidades que conozco. Si
me olvido de algo más no creo que sea de mucha importancia. No obstante,
ampliaremos todos los conceptos que se puedan, tanto antiguos como más
modernos.
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